El primer debate en Canal Sur sobre las elecciones europeas tuvo lugar en un horario muy adecuado para contar con audiencia, pasadas las doce de la noche. Un horario apto para madrugadores y gente de mal vivir, porque a ver quien aguanta un debate pasada la una de la madrugada. Así se fomenta la participación. Después se quejaran de la abstención.
Al debate acudieron Luis Yañez, por el PSOE, Jiménez Becerril por el PP y Marga Ferré por Izquierda Unida. Sin pecar de chovinismo tengo que decir que Marga Ferre, a la cual no tenía el gusto de conocer, les dio un repaso a ambos de muy señor mío. Después he podido comprobar que figura en el número 30 de la candidatura. Pues esta compañera queda pero que muy requetebién en televisión
El candidato del PSOE, Luis Yañez, conocido en los tiempos del felipismo por considerársele un gafe, perdió su minutaje en condolencias hacía Jiménez Becerril, algo que muy finamente apuntó Marga se hace en el ámbito privado. Yañez se empeñó en demostrar que en el Parlamento europeo había coincidido con el noventa por ciento de las propuestas de Izquierda Unida. Exhibió una imagen de burócrata, sin energía, falto de convicción y perdido en vaguedades. Por cierto que dijo que el PSOE no apoyará a Barroso como Presidente.
Marga Ferre habló de vivienda, de protección a los parados, de realidades que los otros candidatos ni se atrevieron a esbozar.
A Jiménez Becerril, además de un discurso incoherente, se le escucharon barbaridades tales, como que de la educación impartida en algunas nacionalidades, salen los terroristas. Marga se quedó tan estupefacta como se quedaría gran parte de la audiencia.
Pero no fue la única de las perlas que soltó “ yo no sé si soy de derechas o de izquierdas”, un mensaje muy joseantoniano, todo eso trufado de mensajes como “ el que la hace la paga”, intercalados en momentos que no venían ni a cuento.
Habrá otro debate, por favor que PSOE y PP acudan con candidatos que no den una imagen tan penosa.
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