viernes, 29 de octubre de 2010
Marcelino Camacho, un ejemplo
Su vida giró en la eterna dialéctica y lucha entre el trabajador y el capital. En 1.986 visitó Castro del Río y en una noche que recordamos de fuerte viento y tormenta, se dirigió desde un balcón en la Plaza del Ayuntamiento, a los centenares de trabajadores que desafiaron los elementos. Diez años antes, en 1976, en el Circulo Juan XXIII, Centro cultural aglutinador de la izquierda, desde la ventana de su sede, recien salido de la cárcel, tuve la oportunidad junto a Domingo Caravaca de asistir y más tarde de pasear con Marcelino y su inseparable compañera por la judería cordobesa y conocer los secretos de los famosos jerseys de lana que hilaba Josefina, cual Penelope.
Todo un ejemplo de honestidad y lucha que nos anima a continuar siendo lo que somos.
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