miércoles, 23 de enero de 2008

31 aniversario de los "Abogados de Atocha"



El atentado terrorista que marcó la Transición



Desde aquel atentado de la extrema derecha en Madrid, en el que asesinaron a compañeros que el único mal que habían cometido era defender a trabajadores y vecinos de Madrid, operarios explotados o inquilinos indefensos, han pasado ya 31 años.
El 24 de de enero de 1977, un grupo de pistoleros de extrema derecha irrumpieron en el despacho de abogados laboralistas de CCOO y del PCE situado en el número 55 de la calle Atocha y ametrallaron a las nueve personas presentes. Fallecieron los abogados Javier Sauquillo, Javier Benavides, Enrique Valdelvira, Serafín Holgado y el sindicalista Angel Rodríguez Leal. Resultaron gravemente heridos Alejandro Ruiz Huertas, María Dolores González, Luís Ramos y Miguel Sarabia.
Precisamente Alejandro Ruiz, anda por Córdoba, realizando un trabajo sobre el voto comunista en ésta provincia, mostrando con ello su compromiso y vitalidad.
Aquel mes de enero, fue la salida a la luz de muchísima gente en todo el país. Como ha recordado recientemente Nicolas Sartorius, en ese período de tiempo que media desde la muerte del dictador a la democracia, las causas del TOP se multiplicaron. Precisamente al distribuir octavillas de protesta por el atentado fui detenido por la Guardia Civil y escoltado y paseado por las calles de la localidad hasta el Juzgado, por la triste figura que formaban la pareja de tricornios.
La manifestación de Madrid, además de una muestra de duelo impresionante, puso de manifiesto la serenidad y responsabilidad del PCE, en aquellos difíciles días.
Izquierda Unida de Alcala de Henares, nos recuerda en un E-mail, aquellos hechos: “ Los asesinatos de la calle Atocha, al carecer de autorías islamistas o etarras, parecen pasar al olvido de la memoria pública, pero no deben de ser desatendidos por los historiadores, en la medida en que la historia es una forma de “saber”, que no es lo mismo que “recordar”. Hasta el remoto Séneca afirmaba que “una cosa es recordar y otra saber”.

De modo que conviene saber (para bien recordar) que aquellos crímenes políticos constituyeron el primer acto terrorista que puso en peligro el proceso iniciado con la Ley para la Reforma Política y que condujo a las elecciones de junio del 77.
Por ello, cada año que pasa, no dejaremos de sentir su pérdida y, a la vez, nos sentimos más orgullosos por haberlos tenido como compañeros, siendo dignos del homenaje que se les rinde con todo merecimiento. “

NO HAY TRIUNFO SIN RENUNCIA, VICTORIA SIN SUFRIMIENTO, LIBERTAD SIN SACRIFICIO.

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