miércoles, 26 de marzo de 2008

Ejercicio de simpleza visual

Simple y sencillo. Si vive en un pueblo, analice sin muchas complicaciones analíticas a los socialistas de alrededor. A poco que escarbe un poco y le retire la pátina a estos, encontrará a un falangista o a un antiguo miembro del Frente de Juventudes, (y no es por Bono, futuro Presidente del Congreso). A lo mejor encuentran a un “hombre de su casa”, emboscado durante años en su cómoda vida. Lo del compromiso de lucha contra la dictadura es ya historia, que ni les va ni les viene. A lo sumo encontrará un simple demócrata liberal y monárquico, que ha visto la oportunidad de progresar política y personalmente afiliándose al PSOE. Quizás ideológicamente, a lo mejor aspira a mejorar el capitalismo y repartir algunos beneficios. Con este análisis de mi realidad cercana no quiero menospreciar a auténticos socialistas, que haberlos haylos.
En los cánones de lo que podríamos definir como hombre y mujer de izquierdas: en los valores, visión del mundo y afán de transformación, existe un abismo entre el perfil de lo que comúnmente se considera un hombre o mujer de izquierdas y la mayoría de estos personajes. Los veo a diario en los Ayuntamientos; en Castro, en Baena…y los contemplo en sus actuaciones, presumen de su despotismo, muestran arrogancia y me pregunto si tengo en común algo con ellos y veo que ni en el discurso ni en la letra hay nada en que se nos parezca. Y el caso es que el tiempo es de ellos y el viento les sonríe. Como se dice “representan mejor que nadie lo que es Andalucía y España” Pero como no estamos por la esencia del blanco y negro, continuaremos en la brecha, por poner algo de color rojo a éste país. Entre otras cosas porque tenemos miles de motivos y no queremos ser como ellos.
Como ven es una reflexión sencilla y hasta simplona.

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