lunes, 10 de diciembre de 2007

BAJAR LOS IMPUESTOS ES DE DERECHAS

Cada vez que a algún político se le llena la boca diciendo que bajará los impuestos, los más desfavorecidos se ponen a temblar. Menos impuestos directos, pero los indirectos se mantienen; los que pagamos todos, en la gasolina en los alimentos etc. Menos servicios públicos y el que pueda que se pague la sanidad, la cultura o la enseñanza.
Ahora Zapatero anuncia que eliminará el impuesto que pagan los ricos: el impuesto sobre el patrimonio. Una medida de “izquierdas”. Perdonen que me ría, aunque el tema merezca lo contrario.
En otros tiempos se solía afirmar que no hay nada más tonto que un obrero de derechas. Hoy diríamos que no hay nada más estúpido que un partido de izquierdas apropiándose el discurso y las propuestas del neoliberalismo económico. Lo dice Juan Francisco Martin Seco con ironía en Rebelión.
El Impuesto sobre el Patrimonio tiene una función de control de los activos de los contribuyentes que mejora la gestión del Impuesto sobre la renta de las Personas Físicas, el principal impuesto directo del sistema tributario español. Su principal objetivo, por tanto, no es recaudar sino obtener una información muy valiosa para la Administración Tributaria.
En 2005, 957.503 contribuyentes de los 17 millones que hay en España realizaron la declaración del Impuesto sobre el Patrimonio, de los que tuvieron que pagar 941.101.Las comunidades recaudaron por este concepto 1.442,6 millones en 2005, es decir, una media de 1.553 euros por contribuyente. Calderilla para los ricos.
La proximidad de la Campaña electoral va situando al PSOE en el centro político, con gestos como el fichaje del derechista Bono, no hablar de temas polémicos en el programa, como las relaciones con la Iglesia etc.
En su afán totalitario el PSOE quiere los votos de la izquierda, del centro y ahora el de los ricos. Esta voracidad va encubierta con un lenguaje falso, por lo que no viene de más recordar su postura no hace tanto tiempo.
Esta propuesta fue ferozmente criticada por el actual ministro de Trabajo cuando en 2003 Rodrigo Rato (que era ministro de Economía) anunciaba que las comunidades gobernadas por el PP lo eliminarían. Caldera decía que esto favorecía a los ricos y sus herencias de "yates, cuadras y coches de lujo". Su apuesta era gravar el "patrimonio improductivo". El PP, por supuesto, le da la bienvenida al PSOE a esta iniciativa aunque considera que llega un poco tarde
Otros políticos, como el Consejero de Economía catalán, Castells consideró un "desacierto" la propuesta del PP de eliminar este impuesto y afirmó que "es necesario reformarlo, pero no eliminarlo para que sea más justo y para evitar que recaiga de manera excesiva en personas de renta modesta".
En este sentido, Castells aseguró en su día "lo que es progresista es que los impuestos que se tienen que pagar se paguen, pero de una manera justa" y apuntó que la obligación del Gobierno es utilizarlos "de una manera eficiente para garantizar que los ciudadanos tengan unos servicios públicos de primer nivel
Los argumentos de Zapatero son, que en Europa solo se paga en dos o tres países: ¿Dónde gobierna la izquierda en Europa? y que los más ricos eluden pagar el impuesto.
El argumento de considerar que las personas con más rentas evitan su pago al disponer de sociedades patrimoniales es una verdad a medias que no es motivo suficiente para la desaparición de este tributo. El mismo argumento puede ser utilizado para el IRPF. El anuncio de supresión del Impuesto sobre el Patrimonio suena más a renuncia en la lucha contra el fraude que mejora de la población en general.
El impuesto es progresivo, por lo que pagan más los que más tienen como, por cierto, proclama la Constitución, aireada sólo cuando interesa.
“Es un hecho evidente-dice Juan Francisco Martin Seco- que el sistema capitalista puro tiende a la concentración del capital y al progresivo incremento de las desigualdades. Por eso resultan imprescindibles, y así se asumió en las economías llamadas mixtas, determinados instrumentos que compensasen y corrigiesen tales tendencias nocivas. El impuesto de sucesiones y el del patrimonio están entre ellos. Hoy, bajo el imperio del neoliberalismo económico se quiere retornar, dígase claramente, al capitalismo salvaje del siglo XIX, por ello sobran y deben eliminarse los tributos anteriores. Pero, por favor, al menos téngase la decencia de no decir que se trata de una medida progresista
F.C.




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