sábado, 1 de diciembre de 2007

LOS SABORES DEL OTOÑO


El grupo castreño Ecologistas en Acción nos traslada en los sentidos y en los sabores a productos emanados de la naturaleza, de una tierra en la que cada vez más escasean las mauletas o los productos silvestres. El otoño nos trae las alfombras rojas y amarillas de las hojas en los parques, pero también es la explosión de muchos productos que han ido madurando a lo largo de otras estaciones.
Desde las endrinas a los escaramujos se han podido saborear en esta cita anual, van ya para más de doce años, aunque hemos estado debatiendo cuales fueron los orígenes. Manolo si está seguro que fue durante 1.991, cuando se aprobaron los Estatutos de Godman, el grupo primigenio mas tarde integrado en Ecologistas en Acción. En todo caso, muchos que entonces eran niños y daban sus primeros pasos en el ecologismo, hoy ya son jóvenes talluditos. ¿dónde estarán ahora?, se preguntaba Manolo. Hoy antes de saborear las migas o las “granas” de Castro se ha hablado de Medio Ambiente a los alumnos del IES Ategua. Una exposición sobre los lugares donde encuentran su habitat las primillas o cernícalo común o las avutardas enmarcaba el patio claustral del antiguo Convento de Scala Coeli.
Para aminorar el frío un bidón con leña, al mejor estilo de los descampados de cualquier barrio marginal de la periferia de las grandes ciudades. Y para combatir los primeros relentes invernales un vino natural servido por Amocafre, la tienda de productos ecológicos, debidamente certificados por el Comité Andaluz de Agricultura ecológica. Alguna que otra castaña asada en unas ascuas, aunque Juan Garrido no acertaba a dar con una sana, nos transportó momentáneamente a la imagen de la castañera, habitual en estas fechas en la calle Alta.
Esta muestra siempre es interesante por el reencuentro con los sabores de la naturaleza, pero también con el lenguaje silvestre de productos como las endrinas o los escaramujos, también conocidos como tapaculos. Este año las bellotas escasean, pero no han faltado las nueces y las almendras. Y también ¡cómo no ¡ oportunidad única para probar los alfajores de Antoñita Roldán, envueltos cariñosamente en papel con flecos.
Manolo presenta los madroños, cosecha propia, del enorme arbusto de la Plaza del Ayuntamiento que tan buena producción está dando al público más variopinto. Pero también los hay del Llano del Espinar o del Arroyo Guadalmoral, autenticos santuarios virginales donde se puedan encontrar todavía estos productos. ¿Hasta cuando?.
“ Este año hay pocas bellotas, pero el año que viene menos.”

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